de trabajo, Isaura recibió una llamada de su madrina, su segunda
madre, quien le dijo que la habían llamado del colegio diciéndole que
G. A. había sufrido un accidente y que la maestra estaba llorando.
Desesperada, Isaura comenzó a llamar al colegio donde en la mañana
había dejado sano y salvo a su mayor tesoro, su hijo Guille, de 2 años
y 10 meses. Algo muy malo había pasado, su corazón de madre así se lo
hizo saber, aunque nadie supo darle mayores detalles.
En menos de dos horas la vida de estos jóvenes padres -Isaura y
Jhonder- cambió para siempre, cambió con tragedia. En el hospital
infantil, Elías Toro, recibieron la terrible noticia que su hijo
estaba muerto. G. se había ahogado, eso fue lo que dijeron las
maestras, y la ropa de la criatura supuestamente así lo demostraba,
aún sus zapatos destilaban agua. Las maestras dijeron que cuando
notaron la ausencia de G., comenzaron a buscarlo y supuestamente lo
encontraron en un pipote de agua en el baño. Del hospital, a la
delegación y de allí a la morgue. Un terrible recorrido que ningún
padre debería experimentar jamás. Al día siguiente, la autopsia y la
entrega del acta de defunción a Jhonder, la causa de muerte fue "Edema
Cerebral Severo".
Para Isaura y Jhonder, nada coincidía o parecía tener sentido. ¿Fue
ahogamiento, fue un fuerte golpe en la cabeza? Ellos solo quieren que
las últimas personas que vieron a su único hijo con vida digan la
verdad, que se sepa que pasó ese día en el colegio Mis Travesuras,
ubicado en el 23 de Enero, en Caracas. Que se determinen los
responsables de esta tragedia, donde decenas de infantes fueron
testigos. Mientras tanto, te pedimos apoyes nuestra causa: Cierre del
Colegio y retiro de las licencias de las maestras de Mis Travesuras,
que otro suceso como este no vuelva a ocurrir. Se trata de nuestros
niños: hijos, nietos, hermanos, sobrinos, primos, todos tenemos uno
cerca y queriéndolos con todo el alma
